Astroturfing es un término utilizado para describir la práctica de crear apariencia de apoyo o apoyo popular a una empresa o producto de manera artificial. Esto se logra mediante el uso de tácticas como la creación de blogs o sitios web falsos, la compra de reseñas o la manipulación de las redes sociales para hacer que parezca que hay un gran número de personas interesadas o involucradas en una determinada marca o producto.
Aunque el astroturfing se ha utilizado durante mucho tiempo en campañas políticas y publicitarias, ha sido especialmente prevalente en Internet y en las redes sociales. Los anunciantes pueden contratar a agencias de marketing para que cree campañas de astroturfing y pueden utilizar programas de software para automatizar la creación de múltiples cuentas falsas o «bots» que pueden hacer comentarios y publicaciones en línea en nombre de personas falsas o inexistentes.
Uno de los principales problemas con el astroturfing es que puede ser difícil para los consumidores distinguir entre el apoyo legítimo y el apoyo artificial. Si una empresa o producto tiene un gran número de reseñas positivas en línea, es posible que un consumidor tenga más confianza en el producto y esté más inclinado a comprarlo. Sin embargo, si estas reseñas son falsas y han sido compradas o creadas de manera artificial, el consumidor puede terminar comprando un producto que no cumple con sus expectativas.
El astroturfing también puede ser perjudicial para las empresas y marcas honestas que no utilizan estas tácticas. Si una empresa rival está utilizando astroturfing para hacer que su producto parezca más popular o mejor valorado de lo que realmente es, esto puede dar lugar a una desventaja injusta para la empresa honesta.
En algunos casos, el astroturfing también puede ser ilegal. Por ejemplo, si una empresa compra reseñas falsas y las publica en un sitio de reseñas en línea sin revelar que han sido compradas, esto puede ser considerado fraude y puede dar lugar a consecuencias legales.
Aunque el astroturfing es difícil de detectar y puede ser muy efectivo a corto plazo, a largo plazo puede ser perjudicial tanto para las empresas que lo utilizan como para los consumidores.