La deliverabilidad en marketing se refiere a la capacidad de un correo electrónico para llegar a la bandeja de entrada de un destinatario. Cuando se envía un correo electrónico, pasa a través de varios servidores antes de llegar a su destino final. Si cualquiera de estos servidores bloquea el correo electrónico, no llegará a su destino.
Hay varias razones por las que un correo electrónico puede no ser entregado. Una de las más comunes es que el correo electrónico sea considerado spam por los servidores de correo. Los filtros de spam utilizan diversas técnicas para determinar si un correo electrónico es spam o no, como verificar si el remitente es conocido, si el asunto del correo contiene palabras comunes en spam y si el correo tiene un formato típico de spam.
Otra razón por la que un correo electrónico puede no ser entregado es que el dominio del remitente haya sido bloqueado o suspendido. Esto puede ocurrir si el dominio ha sido utilizado para enviar spam en el pasado o si ha sido comprometido por un atacante.
Para mejorar la deliverabilidad de sus correos electrónicos, es importante que siga estas prácticas recomendadas:
Utilice una dirección de correo electrónico y un dominio verificados y de confianza.
Evite utilizar palabras comunes en spam en el asunto del correo.
Evite enviar correos electrónicos a direcciones de correo que no hayan solicitado recibir correos de su parte.
Incluya una opción de cancelación de suscripción en cada correo electrónico que envíe.
Utilice una dirección de correo electrónico y un dominio dedicados para su marketing por correo electrónico.
Además, es importante mantener limpias sus listas de correo eliminando a aquellos destinatarios que no desean recibir correos de su parte o que no han interactuado con sus correos durante un período prolongado de tiempo. Esto puede ayudar a mejorar la entregabilidad de sus correos electrónicos y evitar que sus correos sean considerados spam.
Es importante tener en cuenta que la deliverabilidad no es algo que pueda controlar por completo. Depende de factores externos, como la configuración de los servidores de correo y la política de spam de cada proveedor de correo.
